domingo, 28 de septiembre de 2008

Puede ser que este cansancio aminore un día, y puede ser también que se acreciente y que el alma se revele, y que le diga al cuerpo que no desea proseguir arrastrando tanto paso abatido por ese trayecto donde los otros dicen estar contentos con sonrisas fingidas para ponerse de acuerdo con esa supuesta alegría que les contagia la vida. Puede que sea el corazón, que piense más que la razón y que también se revele de cansarse de tanto cansancio y decida entonces cambiar el ritmo de su latido en una sosegada melodía. Puede ser que me harte de cansarme y me olvide de que exista tanto malestar indebido.

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